La actividad de nubes convectivas y chubascos pueden tener un efecto drástico en el viento, pero es muy difícil asegurar que se modelen con la ubicación exacta y en el momento preciso. Todos los modelos meteorológicos se enfrentan a este problema.
El mejor método para estimar el impacto de las nubes en la fuerza/dirección promedio del viento es simplemente observarlas para juzgar su tamaño, altura, movimiento y proximidad.
Nubes bajas convectivas : estas nubes pueden alterar drásticamente los vientos locales, dependiendo de su grado de convección. Suelen ser cúmulos algodonosos, y un ejemplo extremo es una nube que provoca una tormenta eléctrica. Estas nubes absorben aire en las capas superiores, y si se encuentran directamente a barlovento, la velocidad del viento disminuirá antes de que pasen por encima y aumentará después.
Las lluvias torrenciales también pueden afectar drásticamente los vientos. Estas nubes empujan el aire hacia la superficie, por lo que si la nube se encuentra directamente a barlovento, cabe esperar que la velocidad del viento aumente antes de que pase por encima y disminuya después.
Para un análisis más profundo de las nubes, consulte Meteorología Marina 3: Nubes.
